Lawrence La Fountain-Stokes/
Especial para En Rojo
Publicado en Claridad
(San Juan, Puerto Rico, 14 noviembre 2008)
La publicación de Los otros cuerpos: antología de temática gay, lésbica y queer desde Puerto Rico y su diáspora a finales de 2007 coincidió con la aparición de otros textos que también intentan articular y dar coherencia al campo intelectual de los estudios puertorriqueños queer, incluyendo un número especial de la revista CENTRO Journal (2007); el libro de Arnaldo Cruz-Malavé, Queer Latino Testimonio, Keith Haring, and Juanito Xtravaganza: Hard Tails (también del 2007); y las actas del Primer Coloquio Nacional ¿Del otro la’o? (2008).
Dichas publicaciones se suman a otros libros fundamentales como el de Frances Negrón-Muntaner, Boricua Pop: Puerto Ricans and the Latinization of American Culture (2004), y el de Félix Jiménez, Las prácticas de la carne: construcción y representación de las masculinidades puertorriqueñas (también de 2004), para ofrecernos concepciones innovadoras. Proponen la sexualidad no heteronormativa (es decir, que no corresponde a los modelos dominantes heterosexuales aprobados por el estado y la iglesia) y las vivencias y producciones culturales e intelectuales vinculadas a estas prácticas como ejes centrales de un nuevo modo de ver lo puertorriqueño en un contexto local, global y diaspórico. Como gesto fundacional, reelaboran y restablecen lo conocido, partiendo de un largo legado disperso y muchas veces ignorado. El lanzamiento de Los otros cuerpos consolida este momento histórico de ruptura.
Los otros cuerpos es el fruto de los compiladores Moisés Agosto Rosario, David Caleb Acevedo y Luis Negrón, y se publicó gracias a la buena voluntad y el compromiso de los editores de la Editorial Tiempo Nuevo, Marvia López y José Luis Figueroa. La antología reta las nociones imperantes sobre la puertorriqueñidad no sólo en cuanto a lo sexual sino también (e igual de importante) en cuanto a la geografía. La palabra “diáspora” (que se refiere a dispersión o migración) colocada al final de un título bastante largo resulta igual de transgresora que las palabras gay, lésbica y queer o que las mismas imágenes de cuerpos desnudos engalanados con los colores del arco iris que aparecen en la portada.
El texto difiere de maneras importantes de la Antología de la literatura gay en la República Dominicana (que también tiene un arco iris en la portada) e incluso de otras antologías como A corazón abierto: Geografía literaria de la homosexualidad en Chile del compilador Juan Pablo Sutherland, publicada en 2001, o de Divagaciones bajo la luna/Musings Under the Moon, que es una antología lésbica dominicana compilada por Jacqueline Jiménez-Polanco y publicada en 2006. Bien conocidas son las controversias que crearon Mélida García y Miguel de Camps Jiménez de la Editora Manatí al incluir autores en su pionera Antología de la literatura gay en la República Dominicana sin pedirles permiso e incluso poner textos abiertamente homofóbicos, que promueven la intolerancia, todo en un esfuerzo de ganar dinero. Por suerte, ese caso dominicano es una excepción al fenómeno que caracteriza los otros libros.
A las portadas arco iris de Los otros cuerpos y la antología dominicana se les suma una tercera, más reciente: la Mona Lisa arco iris que engalana la portada de las Actas del Primer Coloquio Nacional ¿Del otro la’o?, Perspectivas sobre sexualidades diversas, compiladas por Isabel Ríos Torres y publicadas por el Centro de Publicaciones Académicas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto Universitario de Mayagüez. Es llamativo que se haya dado ese coloquio no una sino dos veces (en 2006 y 2008) y que, a pesar de las controversias provocadas por el nombre “¿Del otro la’o?”, hayan podido tener sus eventos e incluso publicar una serie de artículos sobre temas diversos, incluyendo la charla magistral de Johanna Emmanuelli Huertas, un ensayo sobre los encuentros feministas latinoamericanos escrito por Juanita Díaz Cotto (también conocida como Juanita Ramos, la compiladora de la importantísima y pionera antología Compañeras: Latina Lesbians de 1987), y toda una serie de textos sobre religión y matrimonio gay.
El rostro multicolor de la Mona Lisa mayagüezana sirve de claro complemento a los cuerpos desnudos sin cabeza de Los otros cuerpos, casi como si fuera su cabeza perdida. Las portadas de estos textos publicados en la isla y escritos mayormente en español son muy distintos a la Pietà boricua de David Antonio Cruz que aparece en la portada y contraportada del número de CENTRO Journal dedicado a sexualidades puertorriqueñas queer, publicado en la primavera de 2007 y coeditado por Luis Aponte-Parés, Jossianna Arroyo, Elizabeth Crespo-Kebler, Frances Negrón-Muntaner y por este servidor. La portada de la revista CENTRO revela casi fotorrealísticamente a una madre un tanto folclórica, vestida de blanco con un lazo o una flor en su cabeza, que descansa sentada en un sofá amarillo con su retoño sexualizado en su regazo: el joven de cabeza afeitada y cejas perfectas, con la camisa blanca desabotonada que revela un pezón y su barriga, la cual se extiende a la zona cubierta y descubierta por un par de mahones desabotonados, que invitan a la espectadora o al espectador a imaginar qué secretos guarda tras la tela azul.
El cuadro de este pintor diaspórico gay encuaderna doce artículos académicos que versan sobre literatura, activismo transgénero, performance, baile, y sobre el empleo de la práctica del trabajo social para controlar las sexualidades divergentes en Puerto Rico en los años cincuenta. Este número pionero de la revista también tiene una historia oral de Antonio Pantojas, recopilada por Javier Laureano, una entrevista con Arthur Avilés, y la traducción de La patita fea de Frances Negrón-Muntaner, que es un relato ecofeminista en el que la autora narra la vida de una patita lesbiana que emigra en búsqueda de aceptación.
Contrario a lo que se ha dicho con frecuencia de Los otros cuerpos (incluso en su contraportada) de que es “la segunda antología de su género publicada en Latinoamérica en lengua española”, aclaro que hay dos antologías que la anteceden. Publicada en 2001, tres años antes que la dominicana, la antología A corazón abierto: Geografía literaria de la homosexualidad en Chile del compilador Juan Pablo Sutherland, incorpora la obra de treinta autores, entre las cuales sólo hay tres mujeres. A diferencia de Los otros cuerpos, la antología chilena se conceptualiza y presenta como un recorrido histórico, pues reúne “los textos más emblemáticos de la homosexualidad en la literatura chilena del siglo XX” (9).
Es así que se incluyen fragmentos representativos de clásicos tales como Augusto D’Halmar y José Donoso junto a las aportaciones más recientes de autores tan reconocidos internacionalmente como lo es Pedro Lemebel. La ausencia de Gabriela Mistral, cuya obra ha analizado con tanto detenimiento la investigadora puertorriqueña Licia Fiol-Matta, señala algunos de los puntos ciegos o limitaciones de A corazón abierto, cuyo título (ese revelador abrirse que deja al sujeto, a la nación y a la literatura vulnerable) se ilustra en la portada con la imagen de un cacto rojo en forma de corazón, cuyas espinas son palillos de dientes.
Mucho más sutil resulta la portada de la antología lésbica dominicana bilingüe Divagaciones bajo la luna/Musings Under the Moon, compilada por Jacqueline Jiménez-Polanco y publicada en 2006. Como anuncia su contraportada, “Divagaciones bajo la luna es un viaje literario por el intrincado y colorido universo lésbico dominicano, a través de las voces e imágenes de veinticuatro mujeres de la República Dominicana y la diáspora en los Estados Unidos, Argentina, México y Colombia. Ellas hablan del amor y critican la opresión y la discriminación que ejercen las sociedades patriarcales contra las mujeres y, sobre todo, contra aquellas que aman a otras mujeres”.
Lo cual nos trae de regreso a Los otros cuerpos. ¿Qué tiene de particular este libro de más de cuatrocientas páginas, de encuadernación dura, editado en Puerto Rico e impreso en Colombia que, como sugirió Mayra Montero en su presentación en diciembre de 2007, se puede usar como arma (no sólo por su contenido, sino como objeto concreto, duro, golpeante)?
Los otros cuerpos es un libro muy singular. Consta de cuatro partes principales más una breve introducción de Moisés Agosto que esboza la organización del texto y el proceso que llevó a su existencia. Llama la atención el que el libro se haya armado a través de una combinación de una convocatoria abierta, la cual circuló y se diseminó ampliamente, que invitaba a autores puertorriqueños de la isla y de la diáspora a someter sus textos ya fuera en inglés o en español, junto a un esfuerzo de los editores de comunicarse directamente con autores y pedirles contribuciones. Cabe cuestionarse si cabían en este grupo individuos que no fueran puertorriqueños pero que residen en la isla, como el chileno José Ignacio Valenzuela, quien a través de su novela El filo de tu piel y de su guión para la película Manuela y Manuel ha tenido un impacto marcado en el mundo LGBT (lésbico, gay, bisexual y transgénero) insular. También llama la atención, pero en este caso de manera positiva, el que no hubo criterio de exclusión en base a la identificación de identidad sexual de los autores; es decir, que uno no tenía que ser LGBT para poder hablar del tema.
El resultado de este muy fructífero proceso fue reunir a una enorme variedad de autores residentes tanto en Puerto Rico (dentro y fuera de la zona metropolitana de San Juan) como en diversos lugares de los Estados Unidos y España. Muchos de los autores incluidos son escritores o intelectuales reconocidos, con largas trayectorias, si bien a veces su contribución no ha sido valorada lo suficiente por la crítica literaria puertorriqueña. La antología también incluye numerosos autores principiantes, lo cual sugiere que Los otros cuerpos les está sirviendo de plataforma para darse a conocer. De hecho, uno de los resultados más gratos de participar en los numerosos lanzamientos y conversatorios que se han generado en torno a esta antología ha sido precisamente permitir que muchos de los autores y lectores se conozcan los unos a los otros, creando, por así decir, un nuevo colectivo o grupo de afinidad cuyos miembros se pueden comunicar a través de Facebook o del Internet; un club de individuos que se persiguen en las presentaciones, tomándose fotos, ansiosos de que les firmen los libros como si fueran anuarios de clases graduandas pero mejor: una clase graduanda llena de patos y buchas y maricones y marimachas y lesbianas sumamente femeninas y transgéneros y bisexuales y de otras personas interesadas.
La metáfora de graduación es apta si pensamos en esta antología de literatura y crítica cultural como la culminación de un proceso de más de cuarenta años, que comenzó con las publicaciones pioneras de Luis Rafael Sánchez (por ejemplo, su cuento ¡Jum! en su libro En cuerpo de camisa de 1966) y los libros de cuentos de Manuel Ramos Otero en los años setenta y que fue cobrando madurez o variedad y diferencia a través de los textos de mujeres como Nemir Matos-Cintrón y Luz María Umpierre y de tantos y tantas otras.
Recomiendo la lectura de Los otros cuerpos de tapa a tapa, es decir, de todos sus contenidos en orden, tal cual nos lo proponen los compiladores. Leer el libro completo revela cosas bastante inesperadas: muchos vampiros, fiestas patronales, muchas travestis, un hada adolescente transexual, varios bugarrones, una preferencia inusitada por dragas llamadas Chichi, muchas lecturas sociológicas o antropológicas del mundo gay, en que los autores y las autoras se colocan como videntes privilegiados que observan, participan y relatan lo que pasa.
Leer el libro completo también revela unas textualidades muy distintas, por ejemplo, el extraordinario manejo lingüístico de Manuel Clavell Carrasquillo en su cuento "Muñecas nuyorkas o el regreso del Glam en inglés y español". La lectura también hace relucir las insuficiencias o limitaciones de la traducción, por mejor que sea, de textos que se escribieron originalmente en inglés y se tradujeron al español, como el poema "Desgracias" de Luz María Umpierre o el cuento "Dos muchachos del Bronx en la cabaña de Poe" de Charles Rice-González o los poemas de Rane Arroyo. Cabe reconocer que el gesto de facilitar la diseminación de los textos en español hace que a veces pierdan parte de su valor estético. Como ventaja indiscutible está el que sean de acceso para las personas que no leen inglés.
La última sección de Los otros cuerpos es una de las más importantes e incluye ensayos como "Queer Nation" de Rubén Ríos Ávila, dos artículos de periódico de Frances Negrón-Muntaner previamente censurados (y la crónica de su censura) y una entrevista con la activista Olga Orraca-Paredes. Aquí se consolida un pensamiento intelectual y una práctica crítica que se ha estado gestando de diferentes maneras desde los años noventa pero que no ha sido de fácil acceso para el público. La sección también se enriquece al incluir tanto a intelectuales de largas carreras académicas como a estudiantes graduados más jóvenes.
El primer texto de esta sección es un esbozo histórico de la representación LGBT en la literatura puertorriqueña escrita en español. Su autora, Alexandra Pagán Vélez, consolida y actualiza las aportaciones disponibles en fuentes tales como la guía Latin American Writers on Gay and Lesbian Themes editada por David William Foster y ofrece un marco que sirve para contextualizar las contribuciones de los autores incluidos en Los otros cuerpos. Los dos ensayos adicionales de crítica literaria, escritos por Jossianna Arroyo y Arnaldo Cruz-Malavé, son contribuciones fundamentales a nuestro entendimiento de las letras puertorriqueñas, específicamente el lugar de la diáspora.
En el suyo, Jossianna Arroyo discute la obra tardía de Manuel Ramos Otero, específicamente su libro de cuentos Página en blanco y staccato, argumentando que la inclusión de textos en inglés a través del personaje del detective chino-afropuertorriqueño nuyorican Sam Fat es una muestra innegable de que Ramos Otero, el escritor gay más importante de Puerto Rico, estaba plenamente interesado no sólo en cuestionar y retar la literatura puertorriqueña de la isla, sino también en acercarse a o compenetrarse con la experiencia diaspórica en inglés, una que le resultaba ajena por diversas razones. Arnaldo Cruz-Malavé complementa esta investigación al esclarecer la intimidad del vínculo de la abyección que marca la experiencia diaspórica puertorriqueña o nuyorican tal como aparece en las obras fundacionales de Piri Thomas y Miguel Piñero, donde la homosexualidad, la analidad y la sodomía funcionan como ejes motores.
Tal vez la mayor contribución intelectual de la antología sea el ensayo "Queer Nation" de Rubén Ríos Ávila, donde el autor propone una radical reconfiguración y replanteamiento de nuestra identidad nacional: una dilucidación del quiénes somos y cómo somos de Antonio S. Pedreira, pero en el siglo XXI, a la luz de las transformaciones sociales que ha logrado el movimiento LGBT y de los asesinatos más inmisericordes que todavía se dan rutinariamente, en particular los de profesionales gay asesinados por bugarrones. Ríos Ávila nos invita a que reconozcamos la violencia inherente en el concepto de nación, en sus marginaciones desgarradoras, y muy en particular, en el caso de Puerto Rico, en cómo la migración forzada de cientos de miles de personas bajo los imperativos desarrollistas del Estado Libre Asociado alteró de manera radical la constitución de nuestro país: temas que Jossianna Arroyo desarrolla al citar la obra del poeta nuyorican Tato Laviera y que Arnaldo Cruz-Malavé también discute, particularmente en su cuidadosa relectura crítica de la obra del martiniqués Frantz Fanon.
"Queer Nation" nos hace confrontarnos con los múltiples oxímoros de nuestras vidas e instituciones, de nuestras creencias y culturas. En su ensayo, Ríos Ávila nos exige a todos los puertorriqueños que pensemos críticamente, que reconozcamos las sutilezas del poder, lo que se pierde al abandonar la marginalidad y la oposición como sujetos LGBT, al integrarnos al estado, a la nación, a la esfera del poder. Para mí, leer "Queer Nation" es revivir las contradicciones de mi vida en Estados Unidos, de mis frecuentes venidas a Puerto Rico, y de la posición doble de reconocimiento y marginalidad en la que vivimos gran parte de las personas LGBT. "Queer Nation" es una afirmación de esa rareza que nos caracteriza y que tenemos que cuestionar y esclarecer.
El autor es profesor en la Universidad de Michigan, Ann Arbor.
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1 comment:
Coño Larry que bueno esta el articulo! Me gusto mucho el recorrido historico por publicaciones similares. Fabuloso compadre.
claudio mir
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